Desde muy pequeña estuve en contacto con el mágico mundo espiritual, guiada por mi abuela. A los 17 años, cuando las runas llegaron a mi vida, me dediqué a estudiar el oráculo para confirmar todo lo que ellas me susurraban. Durante mi migración a Argentina, las runas fueron mis compañeras inseparables, mi apoyo constante.
Después de muchos cambios y tropiezos, y de trabajos totalmente desconectados con mi esencia, el continuo susurro de las runas me llevó a destinar mi vida a la interpretación del oráculo rúnico. Hoy en día tengo mi propia escuela de magia, ofrezco consultas personalizadas e imparto cursos. Más de 15 años de experiencia me ha llevado a querer compartir mi método de interpretación del oráculo rúnico con todas aquellas mujeres que deseen unirse para desvelar el secreto de las runas.